La importancia de avisar a la matrona y ginecóloga si has tenido herpes genital
Cuando estamos embarazadas, es natural preocuparnos por muchos aspectos del parto y la salud de nuestro bebé. Sin embargo, hay algo que no podemos olvidar y que es fundamental comunicar a nuestros profesionales de salud: si has tenido herpes genital en algún momento de tu vida.
Mi historia con el herpes genital
Yo tuve herpes genital por primera vez cuando tenía 11 años, y lo volví a experimentar en mis veintitantos. Sin embargo, a lo largo de mi embarazo, no había vuelto a tener brotes, así que no pensé que fuera a ser un tema relevante. Fue hasta que sentí los primeros síntomas del brote, ya cerca de mi fecha de parto, cuando me di cuenta de la importancia de tener esta información al alcance de las manos, ya que no me había preguntado nadie si alguna vez había tenido herpes genital.
El brote apareció justo dos días antes de mi fecha estimada de parto, y si no hubiese buscado información en internet, no habría sabido cómo actuar. El tema del herpes genital durante el embarazo no es algo que se mencione en las consultas médicas, y yo misma no había recibido ninguna orientación sobre cómo manejarlo durante las últimas semanas.
¿Por qué es importante contarle a tu matrona y ginecóloga sobre el herpes genital?
El herpes genital es una infección común causada por el virus del herpes simple (VHS), y aunque no siempre causa brotes visibles, es vital que sepas cómo puede afectar al parto. En el caso de que hayas tenido herpes genital, esto podría tener implicaciones en el momento del parto, especialmente si el bebé está por nacer a través de una vía vaginal.
Riesgos para el bebé en el parto vaginal
Si tienes un brote de herpes activo en el momento del parto, existe el riesgo de transmitir el virus al bebé, lo que podría resultar en una herpes neonatal, una infección grave que afecta al bebé recién nacido. Esta infección puede causar complicaciones serias en la salud del bebé, incluyendo daños en el cerebro, los ojos, la piel e incluso poner en riesgo su vida.
¿Qué puede hacer la matrona y ginecóloga?
Si informas a tu matrona y ginecóloga con anticipación sobre tu historial de herpes genital, ellos pueden tomar las medidas adecuadas para proteger a tu bebé:
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Evaluar el riesgo: Si no tienes brotes activos, el parto vaginal podría ser una opción. Si tienes un brote, pueden recomendar un parto por cesárea para evitar la transmisión al bebé.
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Antivirales: Durante el embarazo, especialmente en las últimas semanas, es posible que te receten antivirales para reducir el riesgo de un brote activo en el momento del parto.
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Monitoreo cercano: Si tienes antecedentes de herpes, tus profesionales de salud estarán más atentos para monitorear cualquier signo de brote en las semanas previas al parto, para tomar decisiones informadas.
No te sientas avergonzada
Es esencial que compartas esta información con tu matrona y ginecóloga, sin sentir vergüenza o miedo. Ellos están ahí para cuidarte y tomar las mejores decisiones para tu salud y la de tu bebé. Al ser honesta y proactiva en cuanto a tu historial médico, estarás contribuyendo a un parto más seguro y tranquilo.
Un consejo final: Si alguna vez has tenido herpes genital, no dejes de mencionarlo en tu historial médico, incluso si no tienes brotes activos. La prevención y la comunicación abierta son clave para un parto saludable.
Espero que esta información te sea útil para todas las mamás que necesitan saberlo. ¡No dudes en consultar siempre a tu médico para resolver cualquier duda y estar tranquila durante todo el proceso!
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