Es normal sentirse abrumada: qué hacer cuando necesias un respiro
Recuerdo una noche en particular en la que sentí que todo me sobrepasaba. El bebé había estado inquieto todo el día, no quería dormir más de 20 minutos seguidos, mi marido llegaba tarde del trabajo y yo llevaba puesta la misma camiseta llena de manchas de leche desde la mañana. Me dolía la espalda, la cabeza me pesaba y, en un momento, sentí que no podía más. Me senté en la cama con el bebé en brazos y las lágrimas simplemente comenzaron a caer.
Respiré hondo. Lo miré. Lo amaba con todo mi ser, pero en ese momento necesitaba un respiro. Un solo momento para mí.
Y así fue como aprendí algo importante: necesitar un respiro no significa que seas una mala madre. Significa que eres humana.
Cuando sientes que todo te abruma… ¿qué puedes hacer?
1. Reconócelo sin culpa
A veces nos repetimos que deberíamos poder con todo, pero la verdad es que la maternidad es agotadora. Cuando sientas que te estás sobrecargando, no ignores esa sensación. Decirte a ti misma “necesito un momento” es el primer paso para encontrar el equilibrio.
2. Pide ayuda sin miedo
Si hay alguien cerca, déjate ayudar. A veces, solo necesitamos 10 minutos para respirar profundo o darnos una ducha tranquila. Si tu pareja está en casa, pídele que se encargue un rato. Si tienes familia o amigos de confianza, deja que te echen una mano. No tienes que hacerlo todo sola.
3. Cambia de escenario
A veces, lo que necesitamos es salir del bucle. Si puedes, sal a dar un paseo con el bebé. El aire fresco y el cambio de entorno pueden hacer maravillas. Y si salir no es una opción, al menos cambia de habitación o pon música relajante.
4. Respira y céntrate en el presente
Algo que me ha servido muchísimo es la respiración consciente. Cuando siento que la ansiedad me sube por el pecho, cierro los ojos y hago esto:
Inhalo profundo contando hasta 4.
Sostengo la respiración 2 segundos.
Exhalo lentamente contando hasta 6.
Repetir esto unas cuantas veces ayuda a calmar la mente y a reenfocarnos.
5. Baja las expectativas
La casa no tiene que estar perfecta. No tienes que responder cada mensaje de inmediato. Si un día solo logras darle amor a tu bebé y nada más, ya hiciste suficiente. La maternidad no es una competencia de productividad.
6. Encuentra un pequeño ritual para ti
Después de aquella noche en la que me sentí completamente desbordada, empecé a buscar pequeños momentos para mí. A veces es tomarme un café caliente mientras el bebé duerme, escribir un poco para el blog, o simplemente sentarme en silencio sin hacer nada. Encuentra ese pequeño espacio de autocuidado y date permiso para disfrutarlo.
Eres suficiente, incluso en los días difíciles
Si hoy te sientes abrumada, quiero que sepas que no estás sola. Todas pasamos por momentos en los que sentimos que nos sobrepasa la maternidad. Lo importante es recordar que no es un reflejo de lo buena madre que eres, sino simplemente una señal de que también necesitas cuidar de ti.
Así que respira. Haz lo que puedas. Y sobre todo, no te olvides de ti.
No estás sola
A veces, la maternidad puede sentirse solitaria, pero no tienes que cargar con todo en silencio. Aquí tienes un espacio seguro para compartir lo que sientes, sin juicios, sin miedos. Porque lo que vives, otras mamás también lo han sentido. Escribiendo tu historia, puedes ayudar a alguien más a sentirse comprendida.